Sapere Aude

Sapere Aude
Ten el coraje de conocer. Ten el valor se saber.

dimecres, 25 de febrer del 2015

Sol rima con mar

Frágil, soy el sujeto juvenil de infantil actitud. El perfil pueril, de apariencia dócil y feliz, mas, a mas no poder por dentro hostil. Frágil por miedo, por miedo soy contigo gentil. El perfecto sujeto en ti veo, tu piel el mas fino material textil. Te veo, te observo, entrar o salir. Y con sus piropos presentes cuando te pienso, me derrito cual vulgar alguacil. Cuando pienso en construir algo junto a ti, como si fuese un locuaz arquitecto dueño del sueldo de un albañil, y pienso cuan ardua tarea, cuan difícil es, me siento frágil. Frágil soy, me despierto, una mañana de abril, miro por la ventana, veo personas que no saben donde van a ir. Yo ya lo tengo claro, de mañana apartir, voy a partir, buscando tu presencia, a ritmo fabril. Pero me encuentro atrapado, no conozco tu cóbil, siempre te veo entrar y salir, pero nunca la dirección que tomas, como si fueses la bala perdida de un ruidoso fusil. Pese yo ser mil y mil y mil y mil y mil veces grandeza, me combiene en mi sitio manir, si no quiero matar y morir. Pero eres tan bella, tan viva y tan grácil, que si yo fuese ganado, tu mi perfecto ródil. Siempre miro hacia el cielo, y me siento feliz, pero al saber que no me perteneces me siento frágil. Cogeré el siguiente taxi para llegar hasta ti, creo saber donde vives, encima de ese nadir. Y allí es donde pienso ir, me has tanto ensimismado, que aun siendo frágil, siempre tengo el objetivo a punto para enfocarte, como buen paparazzi. Eliminas mi conciencia, como muchos con el cannabis, y por eso cuando te miro me siento endeble, vulnerable, frágil. Tus cabellos rubios y tu tono marfil, crean revuelo, revelan al león del safari. Eres el elemento inequívoco de cualquier oasis, asi que uniré mil de estas cercanas palmeras para construir el mas largo mástil, con el que pueda dejar de ser fragil para llegar hasta ti. Nada es gratis, aunque entero tenga que evaporarme no me pienso quedar en un casi, no soy cobarde, solo frágil. El lápiz que sin dificultad me atraviesa traza la linea que dibuja mi mano, en un intento de retrato de tu belleza como si fueras un cáliz, un cáliz de brandy, para que me sea mas fácil, estar junto a ti, sin sonrojarme, o sonrojado por al alcohol de esta sintaxis. Oh, dama perfecta, de amarillos cabellos, táctil con el dedo pulgar, pero de carácter bursátil, eres mi catarsis, eres en el ultimo minuto el penalti, pero ante ti soy tan frágil… Me tratas como a los judíos los nazis, a base de gases, pues sabes que ante ti me derrito, me puede tu fermosa belleza, ¿porque me vuelve siempre inestable y tan frágil? aquello a lo que yo mas quiero de este mundo lábil. No tengo la habilidad de soportar su presencia. Oh dama perfecta de rubios cabellos, de tonos marfil, deja de matarme por mi ser frágil, apagate y ven junto a mi. Estrella del del cielo, sol candil, besa a tu frágil océano, evitando mi dejar de existir, se que es difícil, se que a tu lado soy lo mas frágil, pero es que deseo tanto estar junto a ti, que cuando anochezca de nuevo, iré donde te gusta dormir, y al encontrarte infraganti, pese yo ser frágil por naturaleza ante ti, lograre tu éxtasis, tu gemir.

Libertad

Miro hacia abajo, sentado en la terraza de mi edificio, 8 pisos más el entresuelo entre yo y el asfalto, el callejón vacío, un par de gatos y la calle en sombra pese el sol de 10 de la mañana, olor a muerto. Uno de los gatos se le acerca mientras el otro lo mira con recelo, esta ahí, colocado exactamente enfrente mío, donde yo caería si saltase, lo miramos todos, yo, los gatos, unas palomas y ese dios malvado que se ríe de nosotros. Nadie lo ha visto, quién sabe cuánto lleva ahí, ¿una noche? ¿unas horas? El gato sale victorioso, la paloma que se acerca a probar lo que aun no esta podrido es presa del veloz felino, que se mancha de sangre, y no solo de sangre aviar.
¿Que sentido tiene mi vida? ¿la tuya? Lo que hice hace una semana no lo recuerdo, y lo que no recordamos nunca existió, pues quien se acordara de mi cuando yo muera? De que sirvieron las vidas de nuestros ancestros? Apenas recuerdan mis abuelos los nombres de los suyos. Mas alla de mi nacimiento como uno más en la cadena, el paso de mi padre por esta tierra fue de lo más intrascendente, de lo más inútil ¿y si el mio tambien lo es como lo fue el suyo, que sentido tiene que siga vivo? Vivimos atrapados, creyendo que no tenemos miedo a nada, creyendo que si cumplimos estamos a salvo, y ese es el mayor de nuestros miedos, no lograrlo, no conseguir lo que el mundo, con un pulso de hierro nos exige. Nunca pedimos venir al mundo,sería absurdo que nadie lo pidiese, pero una vez aquí, nos aferramos con fuerza, con mucha fuerza a la vida, hay algo que nos impulsa a cerrar los ojos y nos dice que todo esta bien, que solo hay que estar vivo. En nuestro occidental caso es fácil, tenemos todas la necesidades básicas cubiertas, ¿acaso hay algo que temer?. Ahora despójate de todo prejuicio, de todo tabú o convención, y ten el coraje de temer, de pensar más allá de lo que puedes saber. ¿Que sentido tiene tu trabajo? ¿tu vida? ¿tus amores…?
Soy dependiente en una tienda, vivo con mi padre recién divorciado, muerto, vivindo en la primera ronda del infierno, debajo del sexto círculo, yo vagando en el limbo, encadenado a un corazón insuficiente, que puede fallar en cualquier momento. Aun estoy lejos de la muerte, pero esta me mira de reojo cada vez que me la cruzo. Nunca podre correr 20 metros sin que se me hinchen las venas o casi me entren ganas de vomitar y desmayarme. Los médicos dicen que es un extraño caso de insuficiencia cardiaca, un corazón muy pequeño que tiene que mover a un gigante, un seiscientos remolcando una camioneta 4x4, la salud es frágil, de cristal, y se torna telaraña con el paso del tiempo. En esta situación me pregunto, ¿¡porque seguir adelante!? vivir ahorrando, queriendo a mis seres cercanos procurando no perderlos, cogiendo cada dia el tren que me lleve al trabajo y despues de vuelta a casa. Atendiendo desagradecidos clientes que solo se preocupan de llenar sus arcas, de vaciar sus vidas. Pero… ¿De que me preocupo yo? ¿o tu? ¿hay acaso un fin? hacer feliz a mi esposa, comprarme mis caprichos, y subsistir rodeado de un sinfin de cosas, que realmente, esos domingos por la mañana lo pienso, y… de verdad necesito ropa, contacto humano, dinero, amores, tristeza, valor, miedo. ¿Y si me suicido y ya esta? esta claro que ya no habría preocupaciones, ni ropa, ni dinero, ni amor, ni tristeza, ni valor, ni miedo. Esta sociedad me quiere impedir ese saber, el único fin es conocer, se que aqui nunca podré saberlo todo, pero, ¿muerto?.
Mis seres queridos sufrirían, pero ¿porque no se suicidan ellos también? No me parece el gran disparate, pensad fuera de tabúes y prejuicios. Algunos pensarán que es cobarde, la vía fácil, el suicidio te libra de todas las condenas que el mundo, con su pulso de hierro te impone, y para los que me tilden de cobarde, sabed que más cobardes sois vosotros, cuando vendéis vuestra felicidad. Cada instante en que no haces lo que vuestro corazón os pide estáis siendo más cobardes que nadie, cada mañana despertada por un maquina y no por la luz, estáis siendo más cobardes que yo, sometidos, cobardes.
Mientras observo la escena, se encrudece la lucha sobre el cadáver. Gatos entre ellos despedazando la paloma, y rechazando la carne humana. Por instinto comiendo por huir de la oz, pero tan malo es el mundo de hades? Creemos no conocer nada, pero conocemos el egoísmo, el racismo, el odio, el mal, y este siempre acaba ganando, sometiendo, insisto. Solo sobrevivimos en un círculo trazado sin fin o lógica, simplemente trazado. Y aun asi vivimos sin miedo, vivis sin miedo. Preguntaros, aquellos que aun me creeis cobarde, sois valientes ¿verdad que si? Amáis a mas cosas de las que teméis, y cumplir no es tan mal, suicidarse, morir, es absurdo, hay que vivir, aferrarse a la existencia sin una premisa válida, aferrarse violentamente, eso significa el verbo Carpe de nuestro mal traducido Carpe Diem, sin sentido. En el cielo hay unos pájaros mientras mi cabeza me atosiga, me libera. Ellos vuelan, toman asiento en el espectáculo, se lo miran casi con repugnancia. Pero cuando los gatos se cansan, aprovechan y roban lo que queda de la paloma, unas pocas entrañas, la cabeza. Que ser malvado nos obligó a vivir? A hacernos creer que era lo correcto, en base a que? A un poder divino? Un mero dogma es lo que rige las columnas de mi existencia. Porque seguir caminando por un camino sin fin, un rail perdido que nadie recordara nunca. No somos nada. Una broma en un punto insignificante del tiempo. Y pese a todo teneis el valor de sentiros valientes y de llamarme cobarde? El coraje de creeros alguien? O como mínimo ¿algo? Camarero, empresario, deportista, funcionario o parásito, suicidaos. Si con tanto orgullo os creis hombres o mujeres con un león por corazón, tened el valor de aceptar que sois nadie, nada, dejad de ser cobardes, yo soy el unico valiente por mi aceptar que no somos ni siquiera polvo de tierra en un desierto, ni siquiera un soplo de niño en medio del viento. Tened el valor de ser consecuentes, y ahora, libres de prejucios, volved a casa para morir libres, pues el derecho sobre nuestra libertad es solo nuestro, nuestra libertad eterna, fuera de este sufrimiento corto, que ya se hace demasiado largo. Porfavor, tened compasión de vosotros mismos, yo hasta hace unas horas no tuve el coraje de ser valiente, de asumir que soy. Conocer más allá de lo que me han dicho, o de creermelo solo porque todos lo han hecho. Ahora soy alguien digno. ¿Eres valiente? Acepta el miedo a preguntarte sobre la vida, encontrarás siempre la misma respuesta.
-Ahora voy contigo- digo en voz alta. Ya no hay nada a tu alrededor, las palomas ya no te ven apetitoso, y sin ellas los gatos se han ido a otro lado con menos sol, son casi las 12. Ahora es turno de los gusanos. Espérame, voy contigo, vamos a darle más alimento a esos animales que se aferran a la vida. Fuiste valiente, ahora sientete orgulloso de tu hijo, abalanzándose al espacio vacío que tú recorriste, cayendo encima tuyo, muriendo sin dolor, sin miedo, con coraje durante un instante y luego, libre. Porque Carpe? Porque cogerme con fuerza y violencia si quiero soltarme con tranquilidad y paz. Estoy a tu lado padre, ya muerto, ya libre. Tu cuando me harás caso y vendrás conmigo? Se valiente. Haz la pregunta y cae mil veces en la misma respuesta, te espera la libertad al final del puente.

Un instante, una mirada de deseo que se convierte en un hecho, que se transforma en un beso.

Prologo:

Vivo en una Europa cosumida por el odio, los ideales que nos llevaron a unirnos nos acavaron separando, los idealistas lideres del moviemento se separaron de la politica por principios, gran error. Hoy vivo en una perfecta distopía. Hoy soy un asesino a sueldo que mata a esos idealistas, moriran felices, defendiendo su pensamiento por encima de su vida, se ven cual heroicos martires, los veo como cerdos regocijandose en su mierda pensando que se estan bañando en oro.
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Un instante, una mirada de deseo que se convierte en un hecho, que se transforma en un beso.

Está rodeado, es demasiado tarde para pedir clemencia, apunto, yo, siempre yo, le meto un tiro en la cabeza. Veo como un riachuelo de sangre llega hasta mis botas, quien sabe quien era ese desgraciado, ya da igual, esta muerto. La guerra provoca muertos, los vivos que a estos recuerdan  provocan más muertos en su sed de venganza, me pagan por matar, no por pensar, veamos quien es el siguiente de la lista.

Pollock, como el pintor, vamos a buscarlo.

La casa esta vacía, ya sabía que vendrían a por el. Es valiente, me mira sin miedo, consciente de sus errores y del precio a pagar por estos, llora, tiene los ojos manchados de roja rabia, no mueve un músculo ¿No le teme a la muerte?. Cargo, apunto, y justo antes de disparar… Mierda. Una estupida niña sale de debajo la cama, ¿¡como pude no verla!? Se interpone, ahora si que tiembla el malnacido, suplica que no la toque, que ella no tiene nada que ver, que piense en mis hijos. Yo uso a mis hijos como instrumentos de trabajo. Yo, no tengo mas hijos que las balas que disparo. Enciendo un cigarro, este se consume, este me consume. ¿Que haria yo si alguien me quitara mis preciadas balas? Tiemblo solo de pensarlo. Esos traidores me ofrecen una distracción en estos mal llamados tiempos de paz, el gobierno me paga por matar a los que en el pasado les defendieron, a los que hoy les podrían traicionar. Otro tiro limpio, sin ruido y poca sangre, la niña, viva, me mira con un oido mordaz, ese odio de impotencia, ese odio tan peligroso que nunca muere.

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Pienso en como era, en como soy, era un vil asesino, soy un común ciudadano, no se que es peor. Hoy pasan ya 5 años de mi última muerte, el régimen cayo, me quede sin trabajo, hoy me dedico a matar sin balas, soy prestamista. Una mujer, Sara, me pide 500 monedas, dice que necesita comida, que su hija se muere y en el trabajo no le pagan hasta final de mes, no me lo creo, pero es bonita, ¿y como negarle nada a una mujer bella?.  Le doy sus 500 monedas, le pido 750 en dos meses. Vuelve al cabo de uno y medio con 300, me dice que es todo lo que tiene, que le de otro mes, me lo dice en lágrimas, acepto. La cara de esa mujer me inunda la cabeza, ¿la conozco? ¿La he visto antes? Estoy convencido de que si, su cara me resulta familiar. Pasa el mes, no se presenta en mi oficina, la llamo pero no contesta, mas le vale volver. Esa noche salgo, me voy de putas, de vez en cuando todos necesitamos desahogarnos. Llegó al local de siempre, la vieja me dice que tiene carne nueva, una joven y bella dama se ha incorporado en su personal, la llaman La Pintora, lleva una máscara que le oculta el rostro, eso me corta un poco, pero con el cuerpo que tiene no necesita expresión facial alguna, solo le veo los ojos, y de cuello para abajo, el único defecto es una cicatriz en su barriga, es increíble, pero no me entran ganas, le pago y me voy.

Al día siguiente aparece Sara en mi oficina, tiene 400 monedas, aun le faltan 50 dice que mañana vendrá su hija a pagarme.

Amalia, su hija, se presenta al día siguiente en mi despacho, me da 50 monedas, es mayor de lo que imaginaba, tendra unos 16 o 17 años, se parece mucho a su madre, y su imagen me resulta aún más familiar que la de esta última, la edad me esta enloqueciendo supongo. Esa misma noche me vuelvo al puticlub, pregunto por La Pintora, pero me dicen que ya no trabaja aquí, que fui su único cliente, cogió el dinero y desapareció.

Sara vuelve, me pide 50 monedas, se las doy, le pido 80 a cambio, me pregunta por mi, dice que cree conocerme. Me sorprendo, le respondo que puede que si, que ella me resulta familiar, me propone quedar para tomar un café, no suelo aceptar citas con clientes, pero nadie habló nunca de clientas. Tomamos algo y nos reímos, es divertida, sabe muchas cosas, pero parece haber sufrido mucho durante su vida, alomejor solo me lo parece, la cita pasa de la tarde a la noche, estamos cansados, con el vino y el buen humor se nos pasa el tiempo volando, el metro ha cerrado, ella vive lejos, así que aparte de pagar la cuenta la llevo a casa. Abre la puerta su hija, esta vez me mira con una desconcertante rabia, acompañada por la más cínica de las sonrisas. De camino a casa no dejo de pensar en Sara y su hija, hay espacio para el amor en este corazón que solo late por inercia? Lo dudo.

La vaciez en la que vivo consume las pocas ideas que no están pensando en Sara, que tendrá esa mujer para que no la pueda borrar de mis pensamientos, aunque sea un solo instante.

Llego a casa, dejo la chaqueta, donde siempre, enciendo las luces, como siempre, cuento el dinero de hoy y hay mucho, nada ha cambiado en 5 años.

Camisa, americana, zapatos y pantalones de vestir, hay que intentar ir elegante a la citas con las damas. Esta vez Sara y yo comemos fuera, un delicioso restaurante italiano, después de que el buen vino y de que el cansancio haya hecho mella en nosotros la invito a tomar un café en mi piso, duda, pero acepta. Una vez arriba todo es extraño, preparo el café y lo sirvo, mientras lo hago se acerca por mi espalda, toma su taza, y mirándome fijamente le da un sorbo, cuando quiero darme cuenta nuestros labios se han fundido, lo hemos perdido todo, la elegancia, la  vergüenza... el miedo. Solo nos tenemos el uno al otro, el alrededor no existe, la gris cama de siempre se ha vuelto colorida, calida y comoda como una nube. Pasamos la primera noche con la tenue luz lunar entrante por la ventana, jugando entre nosotros, mirándonos a los ojos
.
Sara parecía incómoda por algo, no se porque, me levanto antes que ella, preparo el desayuno y lo sirvo. Ella viste una camisa que le va grande, como en las películas gringas. Bosteza alzando los brazos, y en ese mismo instante la veo, una linea le atraviesa la piel del estómago, a un lado del ombligo, parece una cicatriz, no la debí ver ayer por la oscuridad.

Afortunadamente Sara se ha tenido que ir pronto. Mi mundo da vueltas.

Antes de que pueda entender nada, cuando la tarde apenas esta llegando y mi consternación me ha quitado toda gana de comer, suena el timbre. Amalia, esta aqui con las 80 monedas que me debe su madre, mi cara de sorpresa, una leve sonrisa forzada y un gesto con la mano apartando el dinero es suficiente para que se lo vuelva a guardar en su bolso.

-¿Quien eres?- Me pregunta
-¿Quien crees que soy?
-¿Amas a mi madre?
-Creo que si.
-No es suficiente.
-Lo se.
-Me das miedo.
-¿Porque?
-No lo se…
-¿Quien crees que soy?
-No lo se…

Llora.

La frialdad de Amalia se derrite, se torna indefinible, algo la atemoriza, es normal que desconfie de mi, le doy una camomila para que se calme. Apenas se la acaba se va, cabizbaja y avergonzada, su silencio y su llanto me resultan aún más familiar que sus palabras.

Me echo a dormir pese no haber comido nada mas que el desayuno y observo por mi ventana el precioso crepúsculo del otoño.

Sueño, por primera vez en mucho tiempo, sueño. Sueño con el pasado, con la caída del regimen, con el asesino que era y las vidas que arrebate, sueño con todas las muertes que cometí. Al despertar solo quiero cortarme las venas, buscar mi pistola y meterme un tiro en la cien, volar mis inútiles sesos o parar de un golpe mi cruel corazón.

Pongo la casa y la oficina patas arriba buscando mi pistola, mi revolver, una preciosa magnum 44 del calibre 22. Lo cargo y lo dejo sobre la mesa. Suena el timbre, escondo la pistola entre el papeleo. Sara y Amalia, la primera me intenta besar pero la esquivo, la segunda me mira y me pide perdon.

-¿Quien soy? Le pregunto a Amalia.
- ...
-¿Quien soy?
- ...
-¿Quien soy? Dilo, lo sabes.
-Un, un ase… asesino. Me responde tartamudeando por la rabia, por el miedo, por sus traumas  por toda la mierda que le hice comer, por todo a la vez.
-Hay una pistola bajo los papeles, la contraseña de la tarjeta y la caja fuerte es 4321, haz lo que te pida tu instinto.

Amalia corre, busca la pistola, Sara no entiende nada, la beso, quiero morir con la miel en los labios, con los suyos en los míos, con un beso que no merezco. Oigo el sonido que produce la empuñadura de un arma, de su contacto con la piel, conozco bien ese sonido. Me apunta, no la veo pero lo se, como se que cuando deje de besar a su madre morire, asesinado por la hija de mis actos, asesinado, por mis propios hijos, por quienes en el pasado hubiera matado, por quienes en el pasado use para matar.

-Adios Pintora, te quiero pese no merecerte, y por eso quiero tu vida, tu feliz vida, a mi me olvidaras, no lo hará tu hija, a todos nos llega, y a mi ya me llego mi muerte.

Dolor, blanco y negro, me desvanezco entre la nada, veo la cara de horror pintada en mi Pintora. Se acabaron sus besos, sus caricias y gemidos descubiertos en la primera noche, se acaba la infinidad de veces que la puede haber besado en un porche, como adolescentes. Se lo quite todo y decidió entregarme lo poco que le quedaba, es mi manera de pedir perdón, no le perdonaré nada porque no tengo nada que perdonar, nuestro amor fue la venganza del destino, y este que esta mas vivo que nadie, es el mayor de los asesinos.

Ahora solo duerme me repito, me espera el infierno, la vida que tenía no la merezco, en mi testamento todo va a dos personas, Sara y Amalia Pollock, es mi manera, mi manera de pedir perdón.


Epílogo:

Sara quedó consternada por el episodio, pero no le quedaban fuerzas para llorar, para mencionar palabra, para odiar. Las pocas fuerzas que le restaban las malgastaba manteniéndose viva sin sentido. Amalia cogio el dinero, cogio a su madre, cogió todo lo que pudo y huyó, también cogió mi pistola. Al quinto mes, con una hija consumida por el odio y avaricia, con la poca fuerza del que está muerto, pero sigue vivo, empuña la pistola, la pistola que mató a su marido, que mató al indeseable a quien amo y que esta apunto de matarla a ella misma, se mira al espejo, su cara no expresa sentimiento alguno, esta muerta, no hay llanto, no hay temor, solo ganas de dormir, dormir para siempre.

¡Oh, te amo!



Si tuvieses ojos,
serian dorados, rojos, quizás azules,
los soñaría como un loco,
te miraría y volaría entre tus nubes.

Si tuvieses labios,
serian azules, dorados, quizás rojos,
como el crepúsculo y sus rayos,
y los besaría de mil modos.

Si tuvieses cabello,
serian rojos, azules quizás dorados,
los soñaría en cada sueño,
y los acariciaría anonadado.
Pero eres inmaterial,
eres madre mía y a la vez mi hija,
no existes pese ser real,
¡Oh, te amo poesía!

En la tristeza,
entristeces al poeta,
que en tristeza tropieza
como marinero con sirena.

En tristeza,
alegras al que tristeza olvida,
tratas al amor como su alteza,
salvas al poeta de la deriva.

Oh, poesía,
que seriamos sin ti poesía,
quizás nada,
solo seres que sin sentir perecerían.

Oh poesía,
seres que sin sentido verían pasar su días,
seres que no conocerían amor o melancolía,
oh, menos mal que existieses, amor mio, poesía.   
Y si sintieses amor,
Es obvio amarías,
como la parca a su oz,
perfecto seria el pasar de los días.

Y si sintieses el odio,
es obvio odiarías,
odiarías cual maltratada a su novio,
rancios, vacíos el pasar de los días.

Si existieses,
seria de ti un vasallo,
seria de tus labios el cierre,
si  fueses error viviría entre fallos.

Si fueses un dios,
viviría en los cielos,
buscando tu voz,
para olvidar el anhelo.

Pero no se donde ir,
te busco y te escondes,
en un escondido nadir,
no tienes forma, no tienes bordes.

Y me pregunto¿existes?
¿eres un descubrimiento humano?
¿O una invención que nos viste,
de distracciones y placeres en vano?

Y me pregunto¿existes?
¿Del hombre eres acuerdo y convención?
¿O un natural que nuestras penas resiste?
Quizás solo un dios que nos presta una vana atención…

¡Y cayeron imperios!
se olvidaron sus guerras,
se perdieron recuerdos en tedio,
aun así eterna eres y seras en esta tierra.


Pues todo pasa,
los días mueren, las noches nacen,
todo acaba,
incluso el amor de los amantes.

Pero siempre has estado ahí,
antes ruidos y ritmos,
hoy refinada como estatuas de marfil,

no, no creo que seas solo un mito.

Soneto claro

El recreo de la escuela italiana.
Yo, el niño nuevo que nadie entiende.
Tiendes tu mano de forma cercana,
respondo sonriente a tus ojos verdes.

Al principio palabras sin sentido,
hoy instantes en que sobran palabras.
Al principio abrazos torpes de niños,
hoy una amistad que en al amor danza.

Lloro en tus piernas, en tu hombro me apoyo.
Es tuyo mi hombro, nuestra la esperanza.
Siempre irán mis piernas, tras tu socorro.

Siempre irá mi labio tras tu mejilla.
Y nuestras voces cuando juntas cantan
recuerdan que eres mi mejor amiga.

Como una serpiente sus cueros

Me repito que puedo,
cancelar un recuerdo,
como una serpiente sus cueros
dejar atrás este cuento.

Tus labios rasgados,
tu cabello de enredos,
han rasgado mi sed,
han enredado mis sesos.

El beso de un lunes,
volvió dunas el bosque,
que ni en la luna yo encuentro,
antes de encontrarte lo que fuere mi ser.

Tan siquiera entiende cupido,
mi deseo de buscarte.
Hasta mi sombra me hace burla,
pues cuando me giro me insulta.

Mi nombre has oído,
mi nombre con el olvido compartes,
que hasta mi sombra me hace burla,
pues cuando me giro me tilda de mula.

Me repito que puedo,
cancelar un recuerdo,
como una serpiente sus cueros

dejar atrás este cuento.

Ulls de coco

Asseu-te a la vora d’un mur,
Adona’t, que es fret i rigit,
que les paraules d’un mut
s’encomanen pel to víric.

Aquell que no parla amb els ulls,
es torna el verí més mortal,
parlar amb la boca, superficial,
aquesta fosca, els altres son llum.

Observo els teus ulls marrons,
que no serien res sense el blanc
que els envolta, sense parlar amb el cor.
Paraules buides sense contrast.

Ho intento i el teu anim no toco,
blanc a l’interior amb marró que l’envolta,
tendre per dins, dur per fora,
els teus ulls el contrari d’un coco.

Els colors invertits,
la naturalesa es la mateixa.
Deixa’t estimar sense por per dins,
no raja mal de la meva aixeta.

Lluvia


Llueve,
el cielo llora,
falto de placeres.

Llueve,
el cielo llora,
el cielo cede.

Llueve,
el cielo llora,
no hace nada.

Solo llueve,
solo llora,
cautivo de sus lagrimas.

Llora condenado,
el cielo llora,
llueve entre lamentos.

Cielo ayer soleado,
cielo con sentimientos
aun sin ser humano.

Llora el cielo,
llueve en verano,
llora con recelo.

Sabe que nunca volverá a ser el cielo del pasado,
Cuando aparezca un claro, pasara la lluvia,
La lluvia será publica, pero sus lagrimas son solo suyas.